lunes, 12 de septiembre de 2011

Algo mas que un video Juego


Este es un articulo que salio en la Pagina de punto y aparte escrito por Xoóchitl Partida Salcido, quien llevava a su hijo a jugar con nosotros y tan amable el niño que compartio su piñata con nosotros, aqui les dejo el articulo.

Articulo original

 

• “La pelea no tiene que ser necesariamente un conflicto, puede ser el principio de una buena competencia, incluso de una buena amistad”: Bonifacio Beltrán Torres.

Xóchitl Partida Salcido

Club Las siete espadas del quiosco
Cub Las siete espadas del quiosco
Rafael Bonifacio Beltrán Torres es técnico de computadoras, tiene veintisiete años de edad y desde hace dos formó el club Las siete espadas del quiosco, en el que, sin ningún costo, jóvenes y niños de la ciudad de Jalapa se reunen las tardes de los lunes y martes en el parque de los Berros para realizar una actividad recreativa que ellos llaman Soft-combat o pelea de armas suaves. Se trata de un combate con reproducciones acolchonadas de armas blancas como las espadas, cuchillos, mazos, hachas, entre otras. Las reglas del juego son sencillas: hay que tocar con el arma sólo partes del cuerpo del oponente que estén permitidas, mismas que varían de hombre a mujer, con lo que se obtienen puntos; además de diversos juegos por equipos.
 

Por casualidad vi a este grupo en el parque de los Berros y me llamó la atención que se juntara una importante cantidad de niños y jóvenes a jugar al aire libre en estos tiempos en los que grandes y chicos pasan horas y horas conectados a la consola de los videojuegos. En esta época en la que salir a la calle o al parque resultan actividades peligrosas, en este contexto en el que el pasado treinta de julio nos enteramos de que el inglés Chris Staniforth, de 20 años de edad, sufrió una trombósis que pudo ser causada por estar en la misma posición durante un periodo largo de tiempo, pues este joven jugaba doce horas al día con su Xbox. Y ese es sólo uno de los casos que se publican en la prensa, pero no es el único del que he tenido noticia. Así que el Soft-combat me pareció una buena salida a esta situación alarmante pues les permite a los chicos continuar con la fantasía, pero moviendo el cuerpo y conviviendo de manera real con otros niños o adolescentes.
Esta actividad, practicada principalmente por jóvenes, no es propia de esta ciudad. Boni, como le llaman sus compañeros, afirma que es algo que vio en la ciudad de México y se le ocurrió que se podía hacer aquí también. Además, en internet hay varias páginas pertenecientes a clubs de Soft-combat de España y Estados Unidos, por lo menos son las que pude revisar, pero me imagino que habrá muchas más.
Los jóvenes que se reunen en los Berros a practicar el Soft-combat son, sobre todo, estudiantes; aunque hay algunos que se han tomado un descanso de la escuela, pero piensan continuar con sus estudios. Por ejemplo, Armando Rafael, de 20 años, es estudiante de arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV) y participa en esta actividad porque le gustan las espadas. “Ya tengo alrededor de año y medio viniendo. Vengo cada que la facultad me deja y, sobre todo, en vacaciones”. A pesar de que asegura que los videojuegos le gustan, asiste al club Las siete espadas del quiosco por “la emoción de representar las peleas medievales y no porque yo me crea un personaje de los videojuegos” -comenta-. Mientras que Karen o Moka, como le gusta que le digan, de dieciocho años, dejó la escuela por un rato, pero no tarda en regresar, por ahora forma parte del club y asegura que es parte del mismo porque lo encuentra “divertido y el ambiente femenino está creciendo, siento que van llegando más chicas y vamos a nivelar el número de mujeres en cuanto al de los hombres”. Y a pesar de que a Moka le han dicho que “este es un juego rudo y que no debería estar aquí, porque una chica no debe andar en la calle jugando así, para mí son cosas menores. Me gusta estar aquí, encontré buenos amigos, ninguno es cerrado, son divertidos” -afirma-.
Por lo anterior decidí entrevistar a Boni y a través de esta charla invitar a las autoridades a que apoyen este tipo de actividades para los jóvenes y que estos últimos sepan que existen otros entretenimientos más allá de los videojuegos o las computadoras. Y esto fue lo que platicamos.
-¿Cuando eras niño que querías ser de grande?
Quería ser guerrero, pero serlo hoy en día implica tener una arma de fuego y causar más miedo que respeto, afortunadamente aquí uno puede ser un guerrero sólo por deporte y como un juego, sin la violencia. No hay por qué ser un déspota que lance plomo. En este juego tienes algo real que representa tu fuerza sin tener que apretar un gatillo.
-¿Qué opinas de los que pasan todo el día pegados a los videojuegos?
Para todo entretenimiento hay un equilibrio. Los videojuegos crean papas fritas: gente que se queda sentada en su sofá horas y horas jugando. En este momento este tipo de juegos tratan de evolucionar un poco porque sus tecnologías implican que el jugador tiene que mover el cuerpo, pero yo soy de la idea de que una cosa son los videojuegos y otra muy distinta la realidad. Si quieres hacer deporte ve y hazlo. Yo no voy a simular que juego futbol moviendo los pies, voy y juego futbol.
-¿Cómo nació el club La siete espadas del quiosco?
Al principio no teníamos pensado que terminaría convirtiéndose en un club frecuente. Simplemente un día llegamos al parque con las recientes armas que habíamos descubierto y poco a poco se fue acercado la gente a preguntar. Nunca faltó el que nos viera como bicho raro, pero uno se convence y decide intentar.
-¿Cuánto tiempo hace que vienen a los Berros?
Ya tenemos dos años peleando con mucho entretenimiento y, sobre todo, con honor, que es lo que yo trato de transmitirle a los muchachos: una pelea justa, honrada. Desde hace muchos años comparto la idea de que la pelea no tiene que ser necesariamente un conflicto, puede ser el principio de una buena competencia, incluso de una buena amistad.
-¿Cuántos jóvenes vienen?
En un día normal puede haber hasta treinta personas jugando. Un noventa por ciento son niños y diez por ciento niñas, pero las pocas mujeres que vienen son bastante recias, son muy, muy buenas peleadoras.
-¿De qué edades son?
Son adolescentes en su mayoría, pero también participan niños desde los seis años; sin embargo, debido a la brusquedad de la actividad a ellos les mantenemos el juego como eso, como un juego, ya no les marcamos la parte de deporte porque a esa edad lo que te interesa es divertirte, ver las armas como un juguete, como algo entretenido. Tenemos cuidado con ellos.
-¿Hay algún costo por jugar?
Yo no cobro por prestar las espadas, lo único que pido a cambio es disposición y tiempo para aprender. Aunque cada cierto tiempo sí pedimos un cooperación voluntaria para hacer nuevas armas.
-¿Quién se encarga de fabricar las espadas?
Yo las hago inspirado en armas reales del medievo europeo y el japonés. Si alguien quiere una arma especial yo se la hago y le cobro algo por eso. Si tú viste una espada en una película, yo trato de hacerte la tuya lo más parecida a esa que viste. Los materiales que uso me permiten ser flexible.
-¿Por qué haces esta actividad si no cobras por ella?, no ganas nada.
Desde que estaba en la secundaria me gusta la onda fantástica, los comics, los videojuegos, los juegos de rol, en los que tú te imaginas que eres un personaje del medievo y te dedicas a salvar el mundo. Siempre me han gustado esas cosas y la idea del Soft-combat es traer algo de eso a la realidad. Además es un compromiso y amor al deporte, a la convivencia. Como en muchas plazas públicas la gente va y viene, pero aquí llegas a conocer personas muy lindas, de distintas aficiones, gustos, creencias, con las que puedes compartir e intercambiar cosas que tú crees. Hemos tenido la dicha aquí de ver nacer amistades y muy buenas competencias, así que aparte del juego vengo por la convivencia.
-¿Hay entrenamiento, ejercicios?
Para mantener el cuerpo hacemos un calentamiento con los duelos, pero no es como en los deportes que hacemos ejercicios aeróbicos, sentadillas o lagartijas. Más bien empiezas a calentar peleando uno a uno contra los compañeros, ya cuando el parque se libera un poco de gente es cuando hacemos los juegos grupales porque ya podemos correr con mayor libertad y ahí ya te cansas.
-¿Esta actividad no tiene apoyo de instituciones?
No. Entre todos los que participamos nos apoyamos y mantenemos esto porque no tenemos un apoyo de alguna institución no porque no queramos, sino porque no hemos tenido la instrucción de cómo solicitarlo. Hemos tratado de sacar permiso de gobierno para poder estar legalmente en el parque, pero por el desconocimientos de los trámites que se requieren y por el tiempo que no siempre tenemos, no lo hemos obtenido. Estaría muy bien tener el permiso y mejor aún un apoyo para el club.
-Me comentabas que se van a presentar en un festival de anime.
El señor Sergio Amante tiene un evento que hace cada cuatro meses que se llama Expo animex, en donde se congregan diversos expositores y comerciantes alrededor del tema de los comics, el anime y los videojuegos. Él nos regala un espacio en su expo para mostrar lo que nosotros hacemos y hacer nuestra vaquita para seguir manteniendo esto. El próximo animex será a mediados de octubre, es una expo temática del día de muertos, que se llevará a cabo en el salón Caracol aquí en Jalapa.
-¿Algo más?
Sólo invitarlos a que vengan al parque de los Berros para que se hagan su propia idea de sentido y diversión del Soft-combat al vivirlo, no al verlo.

1 comentarios:

factor dijo...

:D ayer ke jugue fue lo mas genial y estoy convenciendo a mi papá y a mi mamá d ke vaya y creo k si me dejaran y podre ir :D

atte:

brayan C:

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